martes, 11 de febrero de 2014

San Va...lentín

El amor...l'amour...felicidades a todo el mundo porque o estáis enamorados o lo estararéis...muy pronto.



domingo, 29 de diciembre de 2013

lunes, 2 de diciembre de 2013

Maquillaje de terror de Isabel del Río.




Octubre y las calabazas.

El mes de octubre pasó y dejó en nuestra mente muchos colores: naranja, verde, amarillo, negro...los colores de las calabazas. El jardín botánico nos invitó a conocer todas las variedades y formas. Artemisa nos sorprendió con un taller de calabazas http://artemisaalonsoflorista.blogspot.com.es/2013/10/maxima-participacion-en-los-talleres-de.html muy chulo....









lunes, 9 de septiembre de 2013

Más palets.


La primera foto es de un bar muy chulo que se llama La Terraza y está en la calle Rivero de Avilés, tiene un jardín muy guapo y muy buen ambiente. La segunda foto es una salita en la feria de muestras de Gijón.

Calle de Galiana en Avilés.


Hoy os llevo a la Calle de Galiana en Avilés, tiene su historia, cuando llueve puedes pasear por ella casi toda sin paraguas y no te mojarás, tiene unos soportales bajo las casas precisamente para eludir la lluvia tan frecuente...su suelo tiene una parte lisa como las baldosas que veis que es para los que iban con zapatos, y una parte más rústica con piedras para los que iban con madreñas.

Coche de lata.



domingo, 18 de agosto de 2013

Poema del siglo pasado.

La fresca lluvia flotaba en el aire,
los pájaros callados,
dormidos en un letargo.

Los rayos de sol ocultos
y las calles plata y gris,
cadenas de colores sobre el asfalto.

Zumbidos intermitentes
como las olas del mar motorizadas,
sumergidas en el absurdo de pensar,
de realizar sueños difíciles en pocos segundos.

Marcando pautas entrometidas
en miles de mentes,
que persiguen lo mismo en cualquier parte del mundo.

Y una playa soleada
puede convertirse en un lago helado,
donde un solitario cadáver
permanecerá ahí desde el paleozoico,
donde los monotremas morirán
aplastados por una capa de desasosiego.

La ternura invade a cualquier piedra
hasta convertirla en arena,
que se traslada con el viento
y que todos llevamos en alguna parte de nuestro ser.

A veces se instala en lo más profundo del alma
y va creando montañas de posibilidades,
otras veces no es más que una ilusión,
y con una sacudida rápida desaparece,
o se divide como el azogue en infinitos granitos,
cada uno de los cuales es una vida,
con sus sufrimientos,
con sus empeños por triunfar,
con las vicisitudes propias del ocaso solitario,
casi penumbra,
escaso de color y nulo de alegría.

Así es, un día otoñal
en cualquier lugar.

Marisa López 13-09-1998

domingo, 11 de agosto de 2013

La piedra de hacer sopa.



En un pequeño pueblo una mujer se llevó una gran sorpresa al ver que había llamado a su puerta un extraño correctamente vestido que le pedía algo de comer.Lo siento -dijo ella-, pero ahora mismo no tengo nada en casa.
No se preocupe, dijo amablemente el extraño, tengo una piedra de sopa en mi cartera. Si usted me permitiera echarla en una olla de agua hirviendo yo haría la más exquisita sopa del mundo. Consiga una olla muy grande por favor.
A la mujer le picó la curiosidad, puso la olla al fuego y fue a contar el secreto de la piedra a sus vecinas. Cuando el agua rompió a hervir, todo el vecindario se había reunido allí para ver a aquel extraño y su piedra de sopa.
El extraño dejó caer la piedra en el agua, luego probó una cuchara con verdadera delectación y exclamó: ¡Deliciosa! Lo único que necesita es unas cuantas papas.
- ¡¡Yo tengo unas papas en mi cocina!!, gritó una mujer.
Y en pocos minutos estaba de regreso con una gran fuente de papas peladas que fueron derecho a la sopa. El extraño volvió a probar el brebaje:
¡Excelente! dijo y añadió pensativamente:
- Si tuviéramos un poco de carne, haríamos un cocido más apetitoso.
Otra ama de casa salió zumbando y regreso con un pedazo de carne que el extraño tras aceptarlo cortesmente introdujo en el puchero.
Cuando volvió a probar el caldo, puso los ojos en blanco y dijo:
- ¡Ah , qué sabroso! Si tuviéramos unas cuantas verduras, sería perfecto, absolutamente perfecto...
Una de las vecinas fue corriendo hasta su casa y volvió con una cesta llena de cebollas y zanahorias; después de introducir las verduras en el puchero, el extraño probó nuevamente la sopa y con tono autoritario dijo: - la sal.
Aquí la tiene, le dijo la dueña de casa. A continuación dio otra orden: ¡¡Platos para todo el mundo!!.
La gente se apresuró a ir a sus casas en busca de platos.
Algunos regresaron trayendo incluso pan y frutas.
Luego se sentaron todos a disfrutar de la expléndida comida, mientras el extraño repartía abundantes raciones de su increible sopa.
Todos se sentían extrañamente felices mientras reían, charlaban y compartían por primera vez su comida. En medio del alborozo, el extraño se escabulló silenciosamente, dejando tras de si la milagrosa piedra de sopa, que ellos podrían usar siempre que quisieran hacer la más deliciosa sopa del mundo...
Fábula de La Piedra de hacer Sopa.